31.7.15

Neil Gaiman nos comenta

Una de sus primeras sesiones de firmas en EE UU, en la que compartía mesa con un autor de best sellers del The New York Times del que no quiere revelar su nombre. Una lectora de ese autor le da su libro para que se lo firme. El escritor ve que es un ejemplar de saldo de una librería. Y le espeta: "Esto no te lo voy a firmar. Con este ejemplar no he ganado nada". La mujer, abochornada, se fue llorando. "¿Sabes qué pasó luego?", pregunta Gaiman. "Varios de los lectores de los que estaban en su cola se pasaron a la mía. Por los pocos centavos que gana con un ejemplar, perdió a una lectora para siempre, a esa gente que se cambió de cola y a todos con los que hablaran los que vieron la escena. Me prometí: nunca seré como él."